OTRO AÑO, OTRA TAPA

Ya estamos en 1993. En otro lugar. Esta vez nos situamos en la Ciudad de Lanús. Un lugar en lo personal donde se fue y aun sigue gran parte de mi vida. En Lanús se afincó mi padre con su familia tras venir de Portugal en 1956, Aquí vivió toda mi familia materna. Así como los poetas le cantan a su tierra, o a las tierras que más quisieron, como mi amigo el escritor y periodista Orlando Guzmán, de quien aprendí mucho de este medio, que le escribía a Francia. De más joven me reía socarronamente de esos escritos, hoy ya no es lo mismo. Lanús no ha sido quizá el lugar que me vio nacer, pero aquí pasó gran parte de mi vida, y eso es lo que importa.Esta vez el aniversario del Diario Vida de Lanús. Y en aquel momento existía otro orden. No se si mejor o peor. Pero al menos uno estaba a gusto en aquel momento allí. Recuerdo que llegué en 1991, tras dejar un medio hoy desaparecido en el cual se libraba una batalla política contra el gobierno municipal de ese lugar, y los colaboradores de ese debíamos si o si tomar partido...o dejar de trabajar allí. De hecho hasta fui acusado por ser amigo de un asesor de ese intendente, cuando en realidad sí era amigo pero no de sus ideas políticas. Digamos que fui proscripto alli "por las dudas", y terminé en Lanús a seis meses de no poder estar en ningún diario...no hubo tiempos ni mejores ni peores...simplemente, tiempos. Y el saber nadar y remar hace que no nos muramos ahogados...¡Ya lo ven! ¡Estoy contando la historia! ¡Se puede decir que he sobrevivido!

A Vida de Lanús llego por decisión de la entonces Sub Directora, la Dra. María Cristina Julieta Ibáñez, para la que siempre mantengo un muy buen recuerdo, a pesar que he visto poco, aunque si he hablado por teléfono unas cuantas veces. En aquel momento en ese diario había otros propietarios, el Fundador, quien estaba muy enfermo desde hacía unos cinco años, y por ende no iba al diario, por lo que nunca he tenido el gusto de conocerlo, y otros que sí tenían salud, pero que jamas iban salvo a cobrar, no se relacionaban con los que colaboraban...o directamente, hasta les alcanzaban su paga a su domicilio. En pocas palabras, era muy poca la gente que había allí, contada con los dedos, y las tardes en ese lugar se convertían en toda una "Romería". Se charlaba de todo, y como cómicamente se decía, "no se salvaba nadie".

Fue entonces cuando llegó un fotógrafo especialmente convocado para la ocasión, y ante la requisitoria de posar para esta foto no dije que no ni me arrepentí nunca de hacerlo. Las cuatro personas que aparecían en la foto eran las únicas que estaban en el lugar, y desde ya no habían más.

A vuestra derecha, Doña Rosa Ibáñez, hermana del fundador, ya fallecida, una persona que nos dejó a los 92 años, pero que con esa edad aún atendía al público en el diario. A su lado, Daniel Makaryk, un verdadero "procer", en el diario. Una persona, como Doña Rosa, de mi afecto, nunca me imaginaría con el tiempo llegar a reemplazarlo como encargado en ese lugar tras su alejamiento. De hecho el trató de llevar algo adelante algo que no era suyo, con los riesgos que ello implica y desde ya con las críticas estériles de los que no hacían nada, salvo ir a retirar su paga. Al lado del amigo Daniel, otra vez yo con mis anteojos, y al lado mío y para terminar la "galería" de personalidades el repartidor, el Sr. Bardelli, que cuando falleció,el diario no contó más con repartidores...a excepción de cuando fui encargado y puse en funciones a mi hermano en esa labor, la cual terminó junto con mi gestión en el lugar, las cosas no daban para más, pero...esa era harina de otro costal.

De la foto, no existen copias ni original, se presume que como en aquel entonces el diario se imprimía en plomo o "en caliente", la foto fue desechada tras la realización del "cliché", el cual era como un sello hecho en plomo del mismo tamaño de la foto. Un proceso de elaboración que luego se supo que era insalubre, ya que las inhalaciones de plomo pueden traer saturnismo. Por suerte nosotros no estabamos en contacto con la imprenta, que funcionaba en otro lado.

En ese medio se fueron casi veinte años de mi vida. Quizá mis mejores recuerdo fueron de la época de la foto. Cuando todo era mas simple, cuando los problemas no habían llegado. Cuando eramos pocos, pero buenos...