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lunes, 9 de junio de 2014

EL MINUTO CERO

YO MISMO A LOS CUATRO MESES DE EDAD, FOTOGRAFIA EN SEPIA SACADA CON UNA CAMARA KODAK BABY, UNA CAMARA QUE TENIA ROLLOS DE PELICULA, QUE BIEN SE PODIAN RECARGAR, YA QUE LA PELICULA VENIA EN LATAS, O BIEN TAMBIEN LAS RECARGABAN DE PELICULA VIRGEN EN LAS CASAS DE FOTOGRAFIAS, ERAN FOTOS CUADRADAS, A PESAR QUE AÚN NO HABIAN LLEGADO LAS INSTAMATIC (QUE VENIAN CON ROLLOS DE CASSETTES DE CINTA, MAS FACIL A LA HORA DE SACAR FOTOS, Y QUE ADEMAS ERAN EN COLORES)
 Para conocer el desenvolvimiento de una persona y su personalidad, a veces se necesita toda una vida. Otras veces se conocen en el primer instante. Es muy probable que para comprender lo más profundo de mi personalidad y los por qué a muchas cosas, será necesario leer este post. Porque de esta forma se sabrá del motivo por el cual mi personalidad por momentos de mi vida ha resultado para muchos beligerante, como así también oscura, o también revolucionaria. Porque existen razones y momentos para todos, y para todo. Y aquí vamos a narrar una de las historias mas importantes de este blog. Y también se podrá percibir, el momento y el espacio de algo que nunca más se volverá a repetir. Por un lado el nacimiento, y el forjamiento -no se si se dice así- de algunas facetas de mi persona.
 Esta historia se remonta al principio de los tiempos. Mejor dicho, de mi propio tiempo. Para comprenderlo mejor, debemos situarlos en el momento histórico de nuestro país, que desde 1966 vivía una de las dictaduras más crueles -hasta ese momento- del General Onganía. Una junta militar que había derrocado a la débil democracia del Presidente Illia, elegido tras haber prescripto al peronismo de nuestro país, y uno de los presidentes constitucionales que menos porcentaje de votos tuvo en la historia, ya que los peronistas votaron en blanco por órdenes de Perón, que estaba exiliado en España.
LAS TRES FOTOS ERAN SACADAS A LA LUZ DEL DIA EN EL PATIO DE MI CASA, A PESAR QUE LAS MISMAS SE VEAN OSCURAS, LAS CAMARAS EN ESE MOMENTO NO SE USABAN CON FLASH, PORQUE A VECES LAS CAMARAS HOGAREÑAS QUE USABAN FLASH SE QUEMABAN. EN ESTA FOTO ESTABA CON MI MAMA.

En pocas palabras, desde hacía cuatro años mi país vivía una restricción de las libertades individuales. A esto en 1969 había habido una devaluación de la moneda que había resultado un fracaso, y a esto se le debía sumar, algunos malestares en las fuerzas militares -que empezaban a confabularse contra su propio gobierno- y las fuerzas policiales, que se auto acuartelaban en todo el país, resultando todo esto una gran caja de sorpresas cuyos resultados no se podían dislumbrar en el largo plazo, mejor dicho, en el corto...o mucho menos...

A todo esto mis padres habían planificado muy bien mi nacimiento. Estaba preparado para que naciera en el Sanatorio Güemes, en aquel momento -y aún ahora-, uno de los más importantes del país. No precisamente eran potentados, pero habían hecho sus sacrificios, a pesar de su juventud para que así sucediera. Quizá el único inconveniente era que entre el Barrio de Palermo, en Capital Federal, y el barrio donde vivíamos había cerca de entre veinte y treinta kilómetros. No existían teléfonos -mucho menos celulares ni internet-. Mi casa estaba en una avenida -que aún no había sido asfaltada, y que no conocería el pavimento hasta que yo tuviera nueve años, y solo tenia una simple cinta de mejorado en muy mal estado-.

Como frutilla del postre, y concatenadamente, mi mamá rompe la bolsa, en el día donde la crísis de nuestro país estaba a punto de explotar. Las fuerzas militares y policiales -que en aquellos momentos trabajaban "asociadas" para reprimir mejor al ciudadano-, se habían auto acuartelado. Y al no haber teléfonos para llamar al hospital solo los destacamentos policiales más cercanos tenían línea telefónica.  El gran problema era ir a una comisaría para pedir que le permitieran llamar a un hospital, ya que quien acudía a un lugar así en momentos como este, solo por las dudas, terminaba tras las rejas, por desafiar la autoridad. Y sumado a esto, la restricciones a las libertades individuales, era una dictadura militar, quien entraba en esos momentos a una comisaria podría aparecer muerto...o quizá no salir, o desaparecer para siempre, han habido muchos casos en aquellos momentos negros de nuestra historia.

Mi papá con sus inmaduros 23 años, a plena madrugada, a campo traviesa, en pleno "Toque de queda", desafió todos los obstáculos, llegó al destacamento policial, le permitieron milagrosamente hacer la llamada al hospital más cercano. No le debió ser fácil, ya que desde mi casa al destacamento policial habría cinco cuadras, cuadras de campo, y desde el hospital hasta mi casa veinte, y cuando iba llegando a mi casa nuevamente, tuvo que perseguir una cuadra por el barro a la ambulancia, que se había pasado de dirección. Mi mamá llegó en la ambulancia con trabajos de parto al hospital. Dicen que nací antes de llegar a la sala de partos. El hospital Lucio Meléndez, de Adrogué, no era el Sanatorio Güemes, era más bien un lugar humilde, aún en construcción, en aquel entonces administrado por religiosas, esas que tienen los hábitos de color gris o celeste, que, a pesar de ser un lugar público, administraban en forma honesta y a rajatabla el lugar, controlando incluso hasta el laboratorio, asistiendo al paciente y a sus familiares en todo lo que podían. 

Y...el elemento más anecdótico de esta historia, fue que a la misma hora de mi nacimiento, una junta militar derrocaba en mi país, a otro gobieno militar, y entre medio mi nacimiento...quizá sea por eso mi personalidad...mi vida...mi carrera, no hay casualidades, sinó, causalidades.

Y para culminar esta gran historia, corría 1988, y mi mamá, que ya era viuda, se pudo reencontrar con aquella religiosa que la  asistió en el parto. Ella se encontraba visitando en una clinica a otra religiosa internada, y mi mama cuidando a mi abuelo, que era en ese momento un enfermo terminal. Luego de que falleció, la religiosa fue al velatorio de mi abuelo, le colocó en su féretro un Rosario bendecido hecho de cristal de roca, y luego en el convento realizaron una misa en su memoria. Un gesto muy recordado de alguien que apareció en dos momentos distintos de nuestra familia.

En cuanto al General Onganía, derrocado el día de mi nacimiento. En 1995 lanzó su candidatura a presidente. El movimiento político que respaldaba su candidatura, peronistas disidentes con Menem en aquel momento, me vinieron a ver para ofrecerme una candidatura a concejal, la cual rechacé ya que mi trabajo siempre estuvo en los medios de comunicación, no en la sucia política. Sin embargo, más tarde declinó la candidatura -posiblemente porque no "medía" en las encuestas-, en las elecciones donde fue reelecto Carlos Saúl Menem, y, para redondear esta nota repleta de anecdotas, Ongania fallece ese mismo año, justamente, el dia 7 de junio...el día donde cumplía 25 años...casualidad o causalidad?

Esta nota, de seguro que no tuvo nada de aburrida...o les pareció aburrida?

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