COSECHARAS TU SIEMBRA...

Durante todo el mes de Septiembre de 1997, se desarrolló mi Exposición "Licenciado Primer Milenio", en la Avenida de Mayo, en una Galería de cien metros de largo, donde en aquel entonces, los transeúntes de la tradicional calle Florida, al terminar su trayecto peatonal en Avenida de Mayo, entraban a la Galería de la Agencia Peródística Cid Diario del Viajero para poder salir hacia Bernardo de Yrigoyen. Hoy día por una cuestión de seguridad, la Galería de Arte está pero en la mitad tiene una puerta, y por esa razón, se impide el paso a los transeúntes ocasionales. En aquel momento se calculaba que por ese corredor pasaban por día unas quinientas personas. Para un dibujante, que publicaba en medios que a veces no superaban los trescientos ejemplares por edición, y que según la regularidad de los mismos debía esperar hasta la vez siguiente lo situaba en el lugar de más importancia de la República Argentina. Y les puedo asegurar que es cierto aquella leyenda que dice que "Argentina es un país generoso", ratificada por cuanto politicoíde aparece y gracias a Dios, desaparecen para darle lugar a nuevas "plagas" politiqueras.

Estaba saliendo de la "ondonada", me veía envuelto en una ráfaga de fulgor que venía desde Europa y estaba en una Exposición en una de las Galerías más importantes del país. Desde ya que no era casualidad. Pero sucede que los momentos se van pasando y cuando nos queremos dar cuenta, los estamos recordando como ahora.

Llegó el ansiado día del montaje de la muestra, fui citado por los directivos de la editorial para culminar la forma y y la fecha como iba a realizarse todo, y a partir de ahí comenzo el trabajo. Me tocó la mitad de la Galeria que da hacia Bernardo de Yrigoyen, mientras que ese mismo día apareció la gente de "la otra parte", y que le tocaba armar la galería de parte de Avenida de Mayo. Se trataba de Ricardo Gallardo, un pintor de fama internacional, casualmente de Lanús, o sea que se podía decir que la galería en su totalidad llevaba el color granate, color con el que se identifica el club de fútbol de esa localidad (para aquellos que no están en Argentina, los colores del Club Atlético Lanús son el bordó o granate, y por ello todas las cosas que se identifican con ese lugar geográfico también se los asocia con dicha tonalidad cromática). El hecho es que si tenía gente de Lanús a la muestra, podía asociar los trabajos de los diferentes realizadores, si bien no es lo mismo la pintura que las viñetas humorísticas, y si no, al menos, la gente que pasaba podía ver la muestra que era bastante interesante.

Los organizadores me dieron la posibilidad de un lugar para la realización de la presentación o una conferencia de prensa, para lo cual, tuve que invitar a diversos amigos, periodistas, claro está, que tenían que ir con su grabador y cámara a hacerles preguntas al mismo tipo que veian todos los días, y, dicho sea de paso, para ver las gigantografías de las viñetas, las cuales originariamente eran de 8 centímetros de ancho por 11 de alto y quedaban ampliadas de 40 por 45. Y no solo iban a hacerle preguntas al mismo de siempre, sino que también iban a ver los mismos dibujos que salían en los diarios, ya que la muestra se trataba de una expo de mis primeras mil publicaciones. Por eso "Licenciado Primer Milenio".

A la conferencia fueron pocos, pero fueron. Hicieron algunas preguntas. Sacaron notas en diarios y programas de radio. Intetaba tener perfil bajo, y a pesar de ello trataba de que el mismo siguiera bajo. Pero algo estaba cambiando. Las nota hablaban sobre mi, y si había fotos allí estaba, en ellas, y no detrás de los flashes.

Lo cierto es que estaba en la gran ciudad. Lo cierto es, que la propuesta de hacer la muestra llegó de manos de los dueños de la Galería. Y lo cierto es, que este tipo de oportunidades, para alguien que había comenzado en la localidad de Claypole, en su único medio mensual, cuya corrección la hace su dueño (todavía hoy) entre lápida y lápida -tiene una marmolería frente al cementerio local-, no llegan dos veces.

Mientras la muestra brillaba en Buenos Aires, en el colegio donde hice mis estudios primarios en Rafael Calzada realizaban una Feria del Libro, siendo invitado por ser el único ex alumno con trayectoria, y sabiendo mi desempeño en el dibujo hice una serie de charlas para chicos sobre lo que es el arte de dibujar, mientras de por medio había charlas de poetas, y narradores, y cada uno explicaba en su ramo lo que hacía y cómo. Una bella experiencia en ver como los chicos le prestan atención a uno, y además, la capacidad de aprendizaje que tienen. Es una lástima que la educación en muchas partes del mundo está como esta, ni se imaginan como cambiarían las cosas si se encarasen de otra manera.

Lo cierto es que por ser el "artista local" era a quien acudían las maestras, y en especial, la secretaria del establecimiento, y dicho sea de paso, mi primera maestra (la vida es un eterno círculo). Me tocaba dar mi última charla, y también era la penúltima de la Fería. Alí llega la secretaria de la escuela (o sea mi maestra), y le dice a los niños que acudan al salón de actos ya que allí se cerraba la feria del libro con la Escritora Aída Bortnik. 

La autora del libro de la película "La Historia Oficial". La película Argentina más premiada y que hasta ganó el Oscar en 1986. Yo solo pensé: "viene después de mi". Ella junto a Luis Puenzo escribieron el libro en la clandestinidad, perseguidos y amenazados de muerte por fuerzas parapoliciales y paramilitares, que convivieron con los primeros años de democracia y que trataban de acallar aquello que podía incriminar a los jerarcas del regimen militar de facto. Se me venia a la memoria aquella entrega de los premios de la Academia, donde la propia Norma Aleandro debe dar la estatuilla a la mejor película extranjera al film que protagonizó. Esa y otras películas del cine argentino de los 80 eran joyas testimoniales y estaban hechas por creadores que hacían aquello que habían sufrido, y no dirigidas desde escritorios de un político, como hoy.

Mientras yo pensaba todo eso, los chicos comenzaron a gritar, silbar y a abuchear, ya que no querían irse de ese lugar. Las maestras tuvieron que obligar a los chicos a ir al otro salón, y allí se quedó el local (yo), habiéndole ganado el Oscar a "La Historia Oficial". Algo que le puedo contar a mis nietos, si es que llego...

Pero la frutilla del postre aún faltaba. En Remedios de Escalada, ciudad que queda al ladito de Lanús, existe el Periódico "La Idea", medio que tiene mas de noventa años y que tiene una historia que se remonta de generación en generación. Para finales de septiembre cumple los años y fui invitado a asistir, y para mi sorpresa, recibí un diploma recordatorio por haber llevado la expo a Capital Federal. Tal es la foto donde me encuentra posando para la camara con el diploma en una mano, y una chica bajo mi otro brazo, que fue quien me dió el diploma. Lamentablemente nunca más la vi ni se como se llama. Era muy bonita. Pero fue el cierre digno a un momento inolvidable.

Espero que les haya gustado...