GEMINYS RADIO

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domingo, 14 de febrero de 2010

LA MASACRE DE SAN VALENTIN


En este post les adelanto que no existe ninguna foto mía. Como así tampoco la foto que lo ilustra es la real del momento que sucedió el hecho. Simplemente fue ubicada mediante Google imágenes, de lo más parecida a lo que en realidad pasó. Es allí donde más de uno se dará cuenta que el suceso fue de los más insólito, desopilante e hilarante.

A lo largo de la década del noventa realicé radio. Comencé haciendo micros en programas ajenos muy particulares. Hacía parodias de los viejos radioteatros de las décadas del cuarenta o cincuenta, pero con el desparpajo y la tecnología de ese momento. Y desde ya, dentro de esas parodias, también caian las telenovelas mexicanas, clásicos de Shakespeare como Romeo y Julieta -lo más adecuado para una sátira-, series norteamericanas como Swat, Miami Vice, los programas de más rating en mi país, para desgracia de los de la radio donde estaba, también les tocaba a los que hacian programas en esa radio...algo que tenía resultados dispares...desde el aplauso hasta también el aguardar a la entrada o a la salida de la emisora, y no precisamente para felicitarte. Les prometo que, en cuanto pueda, paso las cintas de audio a CD y así podré subirlas a la pagina así demostraré lo que digo, como lo hice hasta ahora.

Lo cierto es, que esa radio -que hoy ya cerró-, se encontraba en la ciudad de Burzaco, un suburbio que se dividía en dos partes. Una mitad campo, y la otra mitad civilización. En pocas palabras: Un pueblo chico. Y donde hay un pueblo chico, hay un infierno muy grande.

En las radios comunitarias existen muy pocos profesionales y muchísimo menos profesionalismo. Se hacen las cosas, lamentablemente de muy buena voluntad, sin dejar de mencionar, la poca tecnología. El dueño de la radio, personaje muy particular y el cual será, como lo notarán, el protagonista de esta historia, decía a viva voz, e incluso en el aire de la radio, "que los CD iban a fracasar", que los cassettes iban a durar para siempre. Es cierto que hoy día las emisoras de radios se manejan con MP3 y hasta con DAT, pero la gente normal puede conseguir CD de audio, e incluso bajar su musica de internet en formato CD sin ningún impedimento. Y no era que en la radio las "caseteras", o reproductoras de cassettes funcionaran a la perfección, nada que ver. Es muy probable mirado a la distancia, que lo que faltaban eran los doscientos dólares que en aquel entonces costaban estos reproductores.

Como en todo lugar pequeños, cada vez que existía un conflicto entre dos personas, el pueblo todo se dividía, o lo peor, se generalizaban los ataques hacia un solo sector. Si se "caía en desgracia", convenía sacar la visa e irse de la región, porque si uno tenía teléfono los ataques seguían. Y no cesaban aunque uno cambiara varías veces la característica. Lo que se dice, eran bromistas profesionales.

¿De que se trataban los ataques o las bromas? Por ejemplo: uno hacía un comentario "picante", acerca de alguna persona, lo más acertado y lógico sería un llamado a la radio, y pedir la palabra para sacar dicha conversación al aire. Pero luego llamaban a lo largo de la semana unas treinta veces al teléfono de tu casa, donde, al igual que en "Scream", nadie quería levantar el tubo...de donde sacaban el teléfono...???

Cabe destacar que en aquel entonces no tenía teléfono de línea en casa, por lo cual no aparecía en ningún directorio...si tenía un celular sin "Called Id" (eso llegó más tarde). Tampoco mermaron los llamados ni con la llegada del "Calling Party Pays" -hasta ese momento los llamados que se recibían a los celulares se debían abonar, razón por la cual era doble el motivo del enojo por las bromas-. Todo apuntaba al extrafalario dueño de la emisora, a quien se le comenzaron a estudiar todos sus defectos. Mientras tanto, el tren de las bromas continuaba, y subía la furia por ellas.

Llega una "fecha patria" muy importante para la radio, como es el día de los inocentes (ya se imaginarán por qué). Además de las bromas teléfonicas, cuando uno estaba en la emisora o en el estudio de grabación, que se situaba a diez cuadras de allí, solían venir repartidores de pizza, o automóviles de alquiler (léase Taxis), buscando a un fulano -que por supuesto estaba allí-, y que tenían sus datos personales, ya que "habían contratado el servicio vía telefónica". En estos casos se debe aclarar que un tercero se hacía pasar por ese fulano, quien daba los teléfonos del susodicho (y en aquel momento sin Called ID no se confirmaba el pedido). Directamente iban y punto. Ante el asombro de la víctima y las risa del/los victimario/s. Para ese lugar el día de los inocentes era un día donde siempre se esperaba no estar en la radio, ya que se podía ser víctima de cualquier cosa. Una vez uno recibió una "Cajita Feliz", tipo Mc Donnalds con una tremenda tortilla -pero de vaca-. Justo le tocaba por la mañana estar al dueño de la radio, y encima no se podía escapar porque tenía que hacer su programa. Era un momento más que perfecto para "El gran Golpe".

¿Qué fue lo que sucedió? A la hora que debía comenzar su programa, no recibió repartidores de pizza ni tampoco taxis...SOLO UNA DECENA DE CAMIONES VOLQUETES (DE ESOS QUE RECOGEN ESCOMBROS EN LAS OBRAS), Y UN ATMOSFERICO (DE LOS QUE DESTAPAN CLOACAS). Todos preguntando por el...Como hasta el teléfono de su casa tenían, el susodicho debió perder mucho tiempo en darles explicaciones a los conductores de los camiones, tratándoles de decir que se trataba de una broma, pero que él no les había hecho, y tratando por todos los medios de no pagarles por el servicio que el "contrató". Algo muy engorroso -para él, desde ya-, pero que lo hizo "caer en desgracia" dentro de su comunidad.

Llegó el mes de enero, y muchos productores se habían ido de vacaciones. Fue entonces como el pobre tipo se tuvo que hacer cargo de los horarios matinales, todos los días, "haciéndole el aguante" hasta que volvieran. Fue allí donde quedó "acorralado" en su propia trampa, y le seguían cayendo los volquetes. Hasta que en un momento, llegaron al unísono dos empresas diferentes, y los camioneros se pusieron de acuerdo para cobrarle por el servicio prestado. Fue alli cuando se puso muy mal la cosa y el hombre, salió al aire (al igual que en las películas), suplicándoles a todos que se dejaran de hacer bromas, porque ya no le daban gracia, y encima exigiendo, a todas las empresas que verificaran los llamados antes de ir a su radio. El dramatismo alcanzado por las palabras de este personaje pudo haber opacado a Orson Welles en "La Guerra de dos mundos".

Pero la batalla final no estaba hecha aún, y sabíamos "su punto débil". El tenía una voz melosa, de esas de los locutores de programas de música romántica (llamese boleros, entre otros). Y lo cierto es que había muchas mujeres mal atendidas por sus maridos, o solteronas, o divorciadas, o desesperadas, o deshauciadas, que primeramente lo escuchaban, y posteriormente rompían sus radios para ir a la emisora y pedirles que se las arregle. Porque hay que aclarar que también arreglaba radios y televisores. Luego iba a entregar los receptores de radio, de esos de pilas pequeñas, a domicilio, en su auto, bañado y perfumado...en pocas palabras, y por lo mala persona que había resultado, eso también se lo debían destruir...y la batalla final estaba en marcha...

Esta vez no serían SOLO los volquetes (bueno, diez, si), pero debía haber un detalle que le resultada inolvidable. Casualmente un vecino de frente a mi casa tenía un autobús recreativo para niños -en forma de barco, como el de la foto-, entonces lo llamé por telefono, haciendome pasar por el locutor, diciendo en efecto que tenía una radio, y que al fondo de la misma funcionaba una colonia de vacaciones, donde había unos 40 niños de 3 a 5 años, que los debía llevar hasta un campo de deportes que estaba a ocho kilómetros de alli, que mi señora había visto por la calle el bus y había anotado el número de telefono (Soy soltero), que encima ya habíamos contratado un micro Jumbus pero tuvo que partir a la patagonia con un contingente de jubilados que querían ver las ballenas. El hombre pactó un precio de 40 dólares, y hasta dijo que iba a poner musica de Xuxa para los chicos. El horario pactado era JUSTAMENTE el de comienzo del programa del fulano. Y desde ya le di todos los datos posibles del sujeto.

El día pactado y a la hora señalada (sin Gary Cooper) el barquito llega a la puerta de la radio, golpea la puerta y es atendido por el cadete, un chico muy bueno, pero con un cierto problema motriz. El chofer le dice que viene a buscar a los chicos a lo que el cadete sonriendo le dice -¡Aca el único chico soy yo!-, a lo que sobrevino el gran escándalo, que paralizó al programa por 20 minutos. Tras el mismo volvió al aire tartamudeando, y luego de eso nunca más hizo programas de música romantica...hasta volvió con su antigua exposa.

Entre los detalles que podemos destacar del vehículo, todo de color blanco, las olas dibujadas a sus laterales de color celeste, personajes de dibujos animados en la luneta trasera y un gran letrero en el superior del parabrisas que decía "EL CRUCERO DEL HUMOR"...

Es una lástima que en aquel entonces los celulares no filmaran ni sacaran fotos, pero gracias a que en el Google conseguí una imágen similar pude contar esta hermosa anécdota...

Espero que les guste.

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